Formentera lo tiene todo: mar turquesa, puestas de sol de postal, una energía que atrapa… y, cada vez más, se convierte en el escenario soñado para bodas y celebraciones inolvidables.
Pero hay un detalle que marca la diferencia entre una boda bonita y una boda mágica: la elección de la carpa.
Más que sombra: una jaima beduina es estilo, ambiente y protección
Cuando organizamos un evento al aire libre, la carpa no es solo una solución práctica para proteger del sol o del viento. Es el elemento que estructura el espacio, lo define y crea una atmósfera especial desde el primer instante.
Las jaimas o carpas beduinas aportan ese toque bohemio, elegante y natural que encaja a la perfección con el entorno de Formentera. Su forma orgánica, los tejidos tensados con líneas suaves y sus colores neutros hacen que se integren con el paisaje sin robar protagonismo… al contrario, lo realzan.
Ideal para bodas frente al mar
Una boda en la playa o en un campo abierto necesita un espacio que abrace a los invitados, que permita celebrar sin preocuparse por el calor, por la orientación del sol o por un cambio repentino de viento. Las carpas beduinas ofrecen flexibilidad, resistencia y belleza en partes iguales.
Además, su diseño abierto y fluido permite múltiples configuraciones: desde una zona chill out, hasta un comedor elegante o una pista de baile bajo las estrellas.
Un icono del estilo mediterráneo contemporáneo
Hoy, las parejas ya no buscan decoraciones recargadas ni estructuras artificiales. Buscan autenticidad, armonía con el entorno, y sobre todo, experiencias memorables. Una jaima beduina no es solo un techo: es parte de la escenografía emocional de ese día.
En Go Formentera trabajamos con estructuras de máxima calidad, adaptadas a cada tipo de terreno, y las montamos con cariño, detalle y precisión. Porque sabemos que cada boda es única, y cada rincón debe contar una historia.